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COVD-19: Abracemos la incertidumbre

Abrazar la incertidumbre ante los problemas complejos.

COVID-19 es un problema complejo, dinámico e incierto que debe abordarse con un amplio conjunto de soluciones creativas e innovadoras. El sector de la salud pública está compuesto por profesionales muy capacitados y muy implicados que son capaces de hacer frente a este desafío. La clave del éxito está en abrazar la incertidumbre y utilizar la creatividad dirigida y emergente hacia el objetivo final de desarrollar soluciones innovadoras a problemas complejos. Estas capacidades no sólo mejorarán nuestra respuesta colectiva a la pandemia actual, sino que también pueden prepararnos mejor para manejar problemas aún más complejos que se ciernen sobre nuestro futuro.

Un marco para la resolución de problemas complejos

La creatividad y la innovación se refieren a 2 etapas diferentes del mismo proceso subyacente. La creatividad implica producir ideas novedosas y útiles para resolver un problema, y la innovación implica implementar y perfeccionar esas ideas para crear un producto, proceso, servicio o tecnología tangible que un usuario final pueda adoptar. En el contexto COVID-19, la creatividad puede implicar cualquier esfuerzo para producir nuevas ideas destinadas a resolver un problema relacionado con la pandemia, y estas ideas se convierten en innovaciones después de haber sido completamente desarrolladas en un resultado final que beneficie a un usuario final, como desinfectante de manos, ventiladores o máscaras faciales.

Fluctuación de problemas y recursos

En esencia, la creatividad es un proceso de resolución de problemas que se ve fundamentalmente afectado por el entorno en el que las personas operan. Las dimensiones importantes del entorno que afectan a la creatividad incluyen la gama de problemas que deben resolverse y los recursos disponibles para desarrollar una solución (por ejemplo, conocimientos, materiales, finanzas, tiempo).  Juntos, el alcance de los posibles problemas y recursos relacionados con una tarea, dan forma al panorama total del conocimiento que las personas deben usar a medida que buscan soluciones novedosas y útiles a los problemas.

La pandemia COVID-19 amplió significativamente el alcance de los posibles problemas a resolver, al tiempo que limitaba los recursos disponibles para desarrollar soluciones a esos problemas. La fluctuación de los problemas y los recursos a lo largo del tiempo influye en la cantidad de incertidumbre que las personas experimentan durante el proceso.

Las investigaciones muestran que hay 2 procesos de resolución de problemas particularmente eficaces que las personas pueden utilizar para navegar a través de esta incertidumbre para ser más creativos: creatividad dirigida, cuando las personas comienzan con un problema claramente definido y navegan a través de la incertidumbre para buscar una solución, y la creatividad emergente, cuando las personas comienzan con una solución parcialmente desarrollada y navegan a través de la incertidumbre para buscar soluciones.

Cuando las personas experimentan altos niveles de incertidumbre sobre el problema y la solución, pueden sufrir de estrés excesivo, ansiedad y frustración porque tienen demasiadas opciones para elegir y no tienen una guía clara sobre dónde dirigir su esfuerzo.  Como resultado, la creatividad sufre.

Para aliviar esta cuestión, es esencial anclar el proceso de resolución de problemas en una sola dimensión del panorama del conocimiento (es decir, los criterios de un problema, los recursos para una solución), permitiendo a las personas abrazar la incertidumbre sobre la otra dimensión y llevar a cabo una búsqueda más eficaz.

Creatividad dirigida

Un proceso eficaz se llama creatividad dirigida, en la que las personas anclan su esfuerzo en un problema claramente definido y luego participan en una amplia búsqueda a través de los recursos para desarrollar soluciones viables al problema.  Por ejemplo, una vez que quedó claro que COVID-19 afectaba al sistema respiratorio inferior, proporcionaba un objetivo claro para que las empresas movilizaran recursos hacia el diseño de nuevas máquinas de ventilación que pudieran fabricarse de forma rápida, eficiente y en volumen.  

La creatividad dirigida es efectiva porque las personas son más propensas a ser creativas cuando generan muchas ideas divergentes durante el proceso creativo, que se facilita al tener acceso a más recursos y aplicar conocimientos de diferentes dominios al problema en cuestión. Además, al trabajar en un problema claramente definido, las personas pueden determinar más fácilmente qué ideas son más útiles, ayudándoles a evitar los sentimientos negativos de gama de elección excesiva y reduciendo los conflictos entre diversos equipos.

Creatividad emergente

Sin embargo, muchos problemas pueden ser vagos, ambiguos y abiertos, lo que dificulta que las personas definan un problema claramente al comienzo del proceso. En estas condiciones, puede ser más eficaz utilizar la creatividad emergente, en la que las personas anclan sus esfuerzos en un recurso o parte particular de la solución, y luego participan en una búsqueda más amplia a través de problemas que pueden ser resueltos por esos recursos.

Por ejemplo, un problema más abierto de COVID-19 ha sido cómo maximizar la calidad de vida, ya que las personas evitamos el contacto humano innecesario. Para abordar este problema, dos amigos crearon un nuevo juego de citas virtuales que enfatiza el misterio del distanciamiento físico a medida que la gente llega a conocerse.  Además, en la creatividad emergente, pueden surgir nuevos problemas a medida que las personas exploran la gama de posibles problemas que se pueden resolver con diversos recursos.  Por ejemplo, en Madrid, utilizando nada más que las redes sociales y sus balcones, la gente coordinó una apreciación masiva segura de los trabajadores esenciales en el apogeo de la pandemia.

Tanto la creatividad dirigida como la emergente pueden ayudar a las personas a navegar a través de la incertidumbre para desarrollar soluciones creativas a los problemas. A veces, estos esfuerzos pueden incluso resultar en soluciones revolucionarias que resuelven un problema complejo. Por ejemplo, COVID-19 ha afectado tanto a la salud pública como a la economía, a menudo sacrificando una por la otra. Las soluciones más creativas pueden resolver esta tensión y satisfacer plenamente las demandas de la competencia, como cuando los gobiernos locales y estatales en California pagaron a los hoteles una tarifa con descuento para alojar a los trabajadores de la salud y/o a las personas sin hogar. Esta solución no sólo protegía a las poblaciones vulnerables, sino que también mantenía a los trabajadores hoteleros empleados.

En conjunto, podemos trabajar con soluciones existentes a los problemas existentes, nuevas soluciones para problemas existentes o soluciones existentes para nuevos problemas, y también con nuevas soluciones a nuevos problemas y soluciones de radicalmente creativas para problemas complejos. Todas estas soluciones son bienvenidas y necesarias, ya que necesitamos responder colectivamente a la COVID-19.