La resolución de problemas complejos se basa en técnicas, herramientas y metodologías basadas en la ciencia (y arte) de la heurística. Todos estos mecanismos y procesos tienen como objetivo el descubrimiento de causas, relaciones y soluciones, y la generación de ideas creativas forma parte fundamental de esta disciplina.
En el proceso de búsqueda de ideas debemos seguir a rajatabla esta máxima: separa la generación de ideas de la evaluación.
Divergencia y convergencia
Nunca alcanzaremos todo nuestro potencial creativo hasta que no apliquemos este principio cada vez que generamos ideas. La razón es simple: la resolución de problemas requiere un pensamiento divergente y convergente. La generación de ideas es divergente; queremos obtener tantas ideas como sea posible. La evaluación de ideas es convergente: deseamos reducir el grupo de ideas y seleccionar las mejores.
Si intentamos hacer ambas actividades a la vez, no haremos ninguna de las dos cosas bien. Los problem solvers eficaces han aprendido a separar estas dos actividades. Primero generan ideas y luego las evalúan. La mayoría de los solucionadores de problemas «promedio» utilizan un enfoque secuencial en su lugar: generar-evaluar, generar-evaluar-generar, etc.
Estos solucionadores de problemas mezclan la generación y la evaluación. Rara vez pasan a pensar en otra idea hasta que han analizado la idea anterior de todas las maneras posibles. El resultado es un número limitado de ideas sobreanalizadas.
Para muchas personas, tal mezcla puede parecer natural. Pueden usar este método con frecuencia porque es lo que siempre han hecho. Tenemos un problema con este sistema: es la peor manera de generar ideas.
Combinar generación y evaluación generalmente produce pocas ideas. También crea un clima negativo que no ayuda nada en el proceso.
Antes de comenzar cualquier sesión de resolución de problemas, ya sea individualmente o en grupo, recuerda que la mejor manera de obtener ideas es aplazar el juicio. Guardar el análisis y el pensamiento crítico para más tarde, después de que se hayan generado todas las ideas posibles. Entonces y sólo entonces será el momento de evaluar las ideas.