Veíamos en la anterior entrada de ese blog que el sesgo de confirmación es la tendencia a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas. Veamos ahora las consecuencias en distintos ámbitos:
En las finanzas
El sesgo de confirmación puede llevar a los inversores a sobreconfiarse, ignorando pruebas de que sus estrategias les harán perder dinero. En estudios de mercados de valores políticos, los inversores lograron mayores beneficios cuando se resistieron al sesgo. Por ejemplo, los participantes que interpretaron la actuación de un candidato en un debate de manera neutral tenían más posibilidades de obtener beneficios. Para combatir el efecto del sesgo confirmatorio, los inversores pueden tratar de adoptar el punto de vista contrario «por el propósito de discutir». En una técnica, los inversores imaginan que pierden sus inversiones y se preguntan a sí mismos por qué podría ocurrir esto.
En la salud física y mental
Raymond Nickerson, psicólogo, culpa al sesgo de confirmación de los tratamientos médicos ineficaces que se usaron durante siglos hasta la llegada de la medicina científica. Si un paciente se recuperaba, las autoridades médicas consideraban el tratamiento como exitoso, en lugar de buscar explicaciones alternativas como que la enfermedad había agotado su curso natural. La asimilación sesgada es un factor en el llamamiento moderno a la medicina alternativa, cuyos defensores están influidos por pruebas positivas anecdóticas pero tratan las pruebas científicas de manera altamente crítica.
La terapia cognitiva fue desarrollada por Aaron T. Beck a comienzos de la década de 1960 y se ha convertido en un enfoque popular. Según Beck, el procesamiento sesgado de información es un factor de la depresión. Su enfoque enseña a la gente a tratar las pruebas de manera imparcial en lugar de reforzar selectivamente perspectivas negativas. También se ha mostrado que las fobias y la hipocondría involucran un sesgo confirmatorio para información amenazadora.
En la política y el Derecho
Nickerson afirma que en los contextos judicial y político en ocasiones se sesgan los razonamientos subconscientemente, favoreciendo las conclusiones que jueces, jurados o gobiernos ya han tomado con anterioridad. Puesto que las pruebas en un juicio con jurado pueden ser complejas y los miembros de ese jurado con frecuencia toman decisiones sobre el veredicto en etapas tempranas de la deliberación, resulta razonable esperar un efecto de polarización de las actitudes. La predicción de que los miembros del jurado tomarán puntos de vista más extremos a medida que ven más pruebas se ha confirmado en experimentos con juicios falsos. Tanto los sistemas de justicia criminal inquisitivos como acusatorios se han visto afectados por el sesgo confirmatorio.
El sesgo confirmatorio puede ser un factor a tener en cuenta a la hora de crear o extender conflictos, de debates cargados emocionalmente a guerras: al interpretar las pruebas a favor de la postura propia, cada parte puede considerar su postura como la más acertada. Por otro lado, puede causar que la gente ignore o interprete erróneamente los signos de un conflicto inminente o incipiente. Por ejemplo, los psicólogos Stuart Sutherland y Thomas Kida han expuesto que el almirante estadounidense Husband E. Kimmel mostró un sesgo de confirmación ante los primeros signos del ataque a Pearl Harbor.
Un estudio de dos décadas de expertos en política realizado por Philip E. Tetlock constató que, en conjunto, sus predicciones no eran mucho mejores que las aleatorias. Tetlock dividió a los expertos en dos grupos: «zorros» que mantenían múltiples hipótesis y «erizos» que eran más dogmáticos. En general, los erizos eran mucho menos precisos. Tetlock culpó esos errores específicamente al sesgo de confirmación, a su incapacidad para utilizar nueva información que contradijera sus teorías existentes.
En lo paranormal
Un factor de éxito en las «lecturas en frío» de un vidente es que los oyentes aplican un sesgo de confirmación que hace encajar las declaraciones del mismo en sus propias vidas. Mediante la realización de un gran número de declaraciones ambiguas en cada sesión, el vidente da al cliente más oportunidades de encontrar algo que encaje. Esta es una de las técnicas de la lectura en frío, con la que el vidente puede dar una lectura subjetivamente admirable sin ninguna información previa acerca del cliente. El investigador James Randi comparó la transcripción de la lectura con lo que el cliente afirmó que el vidente había dicho y encontró que el cliente mostraba una memoria altamente selectiva de los «éxitos».
Como «ilustración destacada» de un sesgo de confirmación en el mundo real, Nickerson menciona la piramidología numerológica: la práctica de buscar un significado a las proporciones de las pirámides egipcias. Hay muchas formas diferentes de medirlas, por lo que resulta prácticamente inevitable que las personas que toman en consideración estos números de manera selectiva encuentren correspondencias superficialmente asombrosas, como por ejemplo con las dimensiones de la Tierra.
En la autopercepción
Lo psicólogos sociales han identificado dos tendencias en la forma en que las personas buscan o interpretan la información sobre sí mismos. La autocomprobación es el camino para reforzar la autopercepción existente y la automejora el camino para buscar una retroalimentación positiva. Ambas se sirven de sesgos de confirmación. En experimentos en los que las personas reciben observaciones que entran en conflicto con su autopercepción, es menos probable que presten atención o que las recuerden que cuando se les dan observaciones de autocomprobación. Reducen el impacto de tal información interpretándola como poco fidedigna. Experimentos similares han demostrado una preferencia por la retroalimentación positiva y por las personas que la dan sobre las que dan una negativa.