El sesgo de confirmación es la tendencia a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas. Es un tipo de sesgo cognitivo y un error sistemático del razonamiento inductivo.
La gente muestra esta tendencia cuando reúne o recuerda información de manera selectiva, o cuando la interpreta sesgadamente. El efecto es más fuerte en contextos con contenido emocional y en creencias firmemente enraizadas. También tienden a interpretar que las pruebas ambiguas apoyan su postura existente.
Una serie de experimentos en los años sesenta sugirió que las personas están sesgadas hacia la confirmación de sus creencias existentes. Investigaciones posteriores reinterpretaron estos resultados como una tendencia a probar ideas de un modo unilateral, centrándose en una posibilidad e ignorando las alternativas. En ciertas situaciones, esta tendencia puede sesgar las conclusiones personales. Entre las explicaciones de las tendencias observadas se encuentran el pensamiento ilusorio y la limitada capacidad humana para procesar la información. Otra explicación es que las personas muestran un sesgo confirmatorio porque sopesan los costes de equivocarse más que el investigar de un modo neutral y científico.
El sesgo de confirmación contribuye al exceso de confianza en las creencias personales y puede mantener o reforzar estas creencias ante evidencias contrarias. Se han cometido graves errores debido a este sesgo en contextos militares, políticos y de organización.
Los sesgos de confirmación son consecuencia del procesamiento de información, que no debe confundirse con la profecía autocumplida, en la que el comportamiento de la gente hace que sus expectativas se cumplan. Algunos psicólogos usan el término «sesgo de confirmación» para referirse a cualquier forma por la que la persona evita rechazar una creencia, bien en la búsqueda de pruebas, en la interpretación de estas o en el momento de recordarlas. Otros restringen el término a la recopilación selectiva de pruebas.
Ejemplos del funcionamiento del sesgo de confirmación, sonlas teorías de la conspiración que se ofrecen para el asesinato de JFK, la teoría de la maldición de la propia familia Kennedy o las teorías de conspiración del 11-S. Son una buena lección para observar la facilidad con la que las personas inteligentes pueden ver conexiones y modelos que apoyen su punto de vista y la facilidad con que se pueden ver fallos en los puntos de vista contrarios a los suyos. Mientras uno ignore ciertos hechos y acepte la especulación como un hecho, se puede demostrar cualquier cosa para autosatisfacerse.
Antes de abordar cualquier metodología de problem solving debemos ser capaces de detectar este sesgo de confirmación en uno mismo y en los demás.