El sesgo de responsabilidad externa, como otros muchos sesgos, es un atajo mental en la toma de decisiones. El ser humano tiene tendencia a disfrutar, a sentirse reforzado y en calma cuando toma consciencia de que no es responsable de sus actos. Aunque pudiera parecer extraordinario, la consciencia de los individuos tiende a depositar las decisiones en agentes externos. Esta tendencia se debe a aspectos evolutivos. Algunos autores argumentan que este comportamiento se debe a que las consciencias que permiten ser dominadas por un ente considerado superior, sobreviven y las que no lo permiten desaparecen.
La capacidad para parecer superior y no controlable por los demás no es otra que la capacidad para ser líder, incluso si este toma malas decisiones o es un mal gestor. El líder además se caracteriza principalmente por su capacidad de influir en las emociones de los que le rodean. Estas emociones pueden ser miedo-deseo, ira/odio-compasión/tranquilidad. Un líder es manipulador y motivador al mismo tiempo porque mueve usando emociones. El líder usa fundamentalmente, adjetivos abstractos (honor,bondad,compañerismo,patria) y la capacidad de sugestionar, es decir, «dar a entender algo» pero no decirlo. Esto es así pues la fuerza de sus palabras es mayor cuando el sujeto termina sus deducciones pues las cree suyas.
Un líder, en el sentido del sesgo de responsabilidad externa, debe evitar los hechos y la argumentación lógica o práctica pues si quiere sacar ventaja de este sesgo debe acceder a los valores y emociones de las personas. La capacidad para ser líder puede haber sido motivada por una aversión a la pérdida de control. Un líder será fuerte en cuanto, independientemente de los argumentos, sea valorado como más fuerte o superior. Para ello la manipulación, empequeñecimiento continuo de los subordinados, rituales de poder e incluso la fuerza es el mecanismo de defensa para ser considerado superior. Estos comportamientos se encuentran en los comportamientos evolutivos heredados de las asociaciones en manadas, luego tribales y más tarde en organismos de poder. Aquellos que no fueran capaces de derrocar al líder o estamento de poder deberían estar con él.
Esta tendencia humana se observa en otros sesgos como el de obediencia a la autoridad, también en muchos aspectos documentados en los que una persona elige libremente el estado de esclavitud. En otros casos, los individuos rechazan la libre elección y ponen voluntariamente en manos de otros su libertad o poder de decisión democrática favoreciendo dictaduras. Otras veces, es respaldada solo si la dictadura demuestra fortaleza o dotes de liderazgo aunque otras razones más fuertes la contradigan.
Sin libertad de elección, el individuo se libera de culparse y de la responsabilidad incluso cuando los resultados fueron menores a los esperados. Estos dos factores, sesgo en las expectativas y selección de pertenencia al grupo, explican por qué independientemente del lugar en el que nos encontremos todas las comunidades poseen figuras líder, y es porque la evolución ha propiciado una consciencia que alimenta y gratifica positivamente la sumisión a este.
No lo olvides cuando no comprendas las actitudes serviles y la pasividad entre los miembros de un equipo o en tu propia empresa. El sesgo de responsabilidad externa es común a todos los seres humanos en menor o mayor grado.