En la actualidad todos tenemos problemas añadidos, no sólo por la pandemia y la situación socioeconómica, sino también por cuestiones emocionales, que pueden hacernos más duro el lidiar con los obstáculos.
Estos son algunos consejos para mantenerse emocionalmente equilibrados y seguir enfrentándonos a los problemas:
1. Aléjate del problema que te angustia en este momento, y haz algo completamente diferente. Esta es una manera probada de darse el espacio mental suficiente para encontrar una respuesta. Sólo tienes que volver al asunto que te preocupaba después de tomarte un descanso mental.
2. Crear un espacio cómodo sólo para estar solo y relajarse y pasar algún tiempo allí, no específicamente para resolver el problema del día, sino para relajarse o estar «ocupado» durante un tiempo. Esto funciona muy bien para la mayoría de las personas y a menudo conduce a ideas creativas.
3. Verbaliza el problema. No, no estás loco si hablas solo. A veces escuchas algo que necesitas oír o algo que debes dejar ir. Esta técnica funciona, ¡siempre y cuando no se convierta en tu único medio de comunicación!
4. Habla con un amigo, un compañero o un terapeuta si necesitas resolver algunos problemas. Todos sabemos que la terapia funciona si pones un poco de energía en ella, y los consejos de un amigo de confianza también son fiables. Hablando de un problema con otra persona es cómo la mayoría de la gente se da cuenta de las cosas. Sopesa lo que escuchas con lo que sabes y encuentra un equilibrio.
5. No pongas tus problemas en las redes sociales. Hacerlo es como saltar a aguas infestadas de tiburones. Todos hemos visto gente ser devorada por trolls y haters, y si estás emocionalmente sensible, eso puede hacerte daño. Si envías un mensaje a tus amigos sobre tus emociones, asegúrate de pedirles que lo traten como algo privado.
6. Averiguar de dónde viene el problema. ¿Es este un problema debido a la pandemia, o has estado lidiando con esto desde siempre y estás harto? Algunos problemas tardan más tiempo en resolverse que otros, y otros problemas están solo dentro de nuestras propias cabezas. Aísla el origen para que sea más fácil de tratar.
7. Ajusta tu punto de vista. Tal vez estás sufriendo las consecuencias de un dolor del pasado o de los temores del futuro, cualquiera de los dos puede influir en la forma en que percibes el problema. Imagínate cómo resolverías las cosas si la vida volviera a la normalidad y pon tus prioridades en orden. La gente es más importante que las cosas, siempre.
8. Establece límites temporales. Podemos invertir más tiempo del que vale la pena en tratar de averiguar cómo resolver un problema. Si el 90% de tu energía está enfocada en un solo problema, no tendrás la capacidad mental necesaria para lidiar con el mundo en su estado caótico actual. Si no puedes resolver las cosas en un par de días, ponlo en espera y vuelve a ello más tarde.
9. Debes estar dispuesto a alejarte. A veces, la única manera de resolver un problema incómodo es simplemente alejarse de él. Eso podría ir en contra de tu pensamiento actual, pero si nunca vas a conseguir lo que necesitas, deberías buscarlo en otro lugar.
10. Confía en que tienes las respuestas. Si te sientas tranquilamente y dejas que las respuestas te lleguen, lo harán. Estar tranquilo le permite a tu mente crear un camino razonable para resolver cualquier problema.
Todos tenemos problemas. La forma en que lidiamos con ellos es lo que marca la diferencia entre un momento difícil y uno que no está tan mal. Ánimo y no te rindas.