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Resuelve problemas gestionando la complejidad

Hay dos ideas que ayudan a comprender y limitar la complejidad de un sistema. Los sistemas complejos tienen bordes difusos. Por lo tanto, la primera idea es establecer límites útiles. Así, si optamos por observar nuestras finanzas, podemos dejar a un lado sin problemas la estructura molecular de las monedas y los billetes, así como la estructura holográfica de la imagen que haya en nuestra tarjeta de crédito. Serán sin embargo de máxima importancia nuestro estado de salud, nuestros sueños y nuestros objetivos de cara al futuro. Nosotros mismos decidimos los límites del sistema que vamos a observar; cuánto más amplia sea la red, más complejidad habrá.
La segunda idea es localizar los atractores. Los sistemas complejos tienden hacia algún estado estable. Estos estados estables se denominan atractores en teoría de la autoorganización, que es la parte de la teoría del caos que trata de cómo el orden parece surgir de forma espontánea en los sistemas complejos.

Estos estados ordenados son emergentes y son el resultado de determinada organización de la realimentación en cada sistema. En la esfera social, es defendible que la democracia sea un atractor una vez que el sistema social alcance determinado nivel de complejidad. Otros tipos de organización política no son tan estables. En la esfera empresarial, las organizaciones tienden a adoptar determinados estados estables. Con la misma facilidad con la que se desliza una pelota cuesta abajo por una ladera, es posible deslizarse hacia uno de estos atractores, pero es mucha la resistencia que hay que hacer para salir de estos estados.
A escala individual, se dan también los equivalentes personales de los estados atractores. Es probable que tengamos un estado emocional predominante, algunos patrones, estrategias y hábitos de pensamiento frecuentes.

¿Queremos cambiarlos? Tanto si pretendemos cambiar sistemas sociales, organizaciones empresariales o nuestra propia vida, hemos de hacernos las siguientes preguntas:

• ¿Qué es lo que mantiene la situación en el presente?
• ¿Cuál es la nueva disposición que busco para que mantenga las ventajas de la anterior, pero sin sus desventajas?


Si queremos modificar un hábito, tenemos que examinar
las condiciones que lo mantienen y lo que nos reporta. La fuerza del hábito no está en el plano del hábito, sino en lo que nos reporta. Los bucles compensadores lo mantienen en su lugar con una finalidad o varias. Puede que sepamos cuáles son o puede que no.
Debemos hacernos las siguientes preguntas:

• ¿Qué es lo que se consigue con este hábito que es importante para mí?
• ¿Hasta qué punto es eso importante para mí ahora?
• ¿Cómo puedo conseguir lo mismo de otra forma que sea más beneficiosa?


Estas preguntas desestabilizarán el estado del momento presente. Entonces, habrá que crear otro atractor.

• ¿Qué quiero hacer en lugar de ese hábito?
• ¿Puedo sustituir el hábito con algo nuevo que mantenga todas las ventajas del anterior?

Equilibrando el atractor antiguo y creando uno nuevo, podremos trasladarnos a ese punto crucial intermedio en el que resultará más fácil deslizarse hasta el nuevo atractor.